Esta receta solo me trae buenos de mi infancia. Mi abuela y mi madre solían hacerla a menudo, mientras yo lo celebraba con alegría. El problema es que van pasando los años y aquellas recetas tan caseras van quedando en el olvido por motivos varios. Pero hoy, con unos cuantos espárragos en mis manos después de ir al campo a recogerlos yo misma, no he podido evitar sentime como una niña otra vez y he decidido rescatar aquella receta tan sencilla y tan deliciosa a la vez. ¿Será que es cierto eso de que la vida es cíclica y nos hace niñxs otra vez? Yo, por si acaso, me apunto.
Ingredientes (para 3-4 personas):
Media cebolla.
1 diente de ajo.
Medio vaso de vino blanco.
1 hoja de laurel.
1 manojo de espárragos.
3 patatas.
2 huevos.
perejil.
sal.
Elaboración:
1) Lavar, pelar y cortar las patatas en rodajas tipo para tortilla y los espárragos.
2) Pelar y cortar la cebolla y sofreir con un poco de aceite. Añadir el ajo pelado.
3) Cuando la cebolla esté medio trasparente, añadir el laurel y el vino y dejar unos minutos para que evapore el alcohol.
4) Añadir las patatas, los espárragos y el perejil y mezclar un poco.
5) Verter agua caliente hasta cubrir las patatas. Si os gusta más caldoso, añadir más agua. Echar sal al gusto y dejar cocer 20-25 minutos hasta que las patatas estén cocidas.
6) Batir los huevos y añadir al guiso mezclándolo hasta que cuajen bien. Dejar resposar unos minutos y servir.
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