Tarta mousse de leche merengada

Al fin me he decidido a hacer esta tarta después de haber leído tantas buenas críticas sobre ella. De hecho, no he leído una sola opinión en contra, así que ya le tenía ganas desde hacía tiempo, pero nunca encontraba la ocasión idónea para hacerla hasta ahora.

La elaboración no es nada complicada y os aseguro que puedo corroborar tantas palabras a favor suyo. ¡Es todo su éxito! Sólo un golpe de mala suerte puede hacer que esta mousse no triunfe.
Para la ocasión, la he versionado un poco, ya que no le he puesto la base de galletas y a cambio la he decorado con el acompañamiento típico de la leche merengada: los barquillos. Para contrarrestar la dureza de éstos, he elegido de base algo muchos más suave, como son los bizcochos de soletilla.
Siento mucho no tener fotos del corte, pero no ha quedado ni la vergüenza.

Como pequeño homenaje a una persona que me ha ayudado mucho a resolver ciertos problemas que he tenido con el blog y que espero que ya deban estar solucionados, le dedico esta entrada a Criss-tinna, administradora de ALIMENTA, por su paciencia y su ayuda desinteresada. Os recomiendo muchísimo su blog, pues es una gran cocinera.

Ingredientes (con estas cantidades sale una tarta contundente, así que recomiendo que utilicéis un molde grande):

• 600 ml. de nata.
• 5 claras de huevo.
• 200 ml. de leche.
• 380 g. de leche condensada.
• 5 láminas de gelatina neutra.
• una rama de canela.
• corteza de un limón.
• canela molida.

Para la base: (yo he utilizado bizcochos de soletilla)

• galletas napolitanas.
• mantequilla.

Elaboración:

1) Montamos la nata. Debe estar fría para que monte mejor.

2) Ponemos a hidratar la gelatina en agua muy fría para que no se deshagan.

3) Calentamos en un cazo la leche con la rama de canela y la corteza de limón hasta que hierva y, después, lo colamos para dejar la leche sola.

4) Añadimos la gelatina, escurriéndola un poco y con cuidado con la mano, a la leche aún caliente y removemos hasta que se diluya.

5) Añadimos la leche condensada y removemos.

6) Mientras dejamos que la leche se temple, montamos las claras a punto de nieve (hasta que formen picos). Las claras suben mejor si se encuentran a temperatura ambiente, de modo que habrá que sacarlas un rato antes de la nevera.

7) Con movimientos envolventes y muy suaves, mezclamos la leche con la nata y con las claras, y ya tenemos lista la mousse.

8) En un molde donde, previamente, hemos puesto la base de galletas trituradas mezcladas con la mantequilla (este paso me lo he saltado y he puesto los bizcochos en la base), vertemos la mezcla y metemos en la nevera, como mínimo, 6 horas.

9) Una vez pasado el tiempo, decoramos con la canela molida y como más nos guste. En mi caso, barquillos y frambuesas.