Desayunos de domingo: Churros

¿Qué mejor manera de comenzar el domingo que con un buen plato de nuestro dulce más típicos? Pues ese es el desayuno que hoy os propongo. Con muy pocos ingredientes podemos darnos un buen festín, además de no llevar ni huevos ni lacteos (comprobad que la  harina no contenga trazas). Es el postre ideal para los intolerantes (no para los celíacos) o los vegetariano que, como he hecho yo, he acompañado de un vasito de zumo de naranja recién exprimida en lugar del típico chocolate humeante y espeso (otro día os lo mostraré).

La manera en la que decidáis acompañarlos es toda vuestra, pero ya no tenéis excusa para no disfrutar de un estupendo desayuno de domingo.

Ingredientes:

• 1 vaso de agua.
• 1 vaso de harina de fuerza.
• 1 cucharadita de levadura.
• 1/2 cucharadita de sal.
• aceite de girasol (para freír).
• azúcar (para rebozar).

Elaboración:

1) En un cazo, calentamos el agua hasta que casi hierva y vertemos sobre el bol en el que vayamos a trabajar.

2) Sobre el agua, vamos incorporando con ayuda de una cuchara de madera la harina, la levadura y la sal (previamente mezcladas), hasta obtener una masa pegajosa y sin grumos. 

3) Ponemos la masa en una churrera o, en su defecto, en una magna pastelera con boquilla estrellada y dejamos reposar.

3) Mientras tanto, en una sartén, calentamos el aceite en el que vamos a hacer nuestros churros. Recomiendo que no esté excesivamente caliente, ya que los churros se quemarán. Estará listo cuando comience a salir humo.

4) Sobre el aceite ya caliente vamos dando forma a los churros. Recomiendo cortar con unas tijeras la masa cada vez que hayamos dado forma a cada uno de los churros para que sea más fácil continuar con el siguiente churro y no se unan.

5) Doramos los churros por ambos lados (se hacen en muy poco tiempo) y ponemos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

6) Una vez listos, rebozamos en abundante azúcar y ya están listos para tomar.